Humberto “Mamaota” Rodríguez, memoria de la gaita

Cantautor caroreño que se convirtió en cronista de la música zuliana

Predios larenses certifican la llegada al mundo de Humberto José Rodríguez Balestrini el 27 de noviembre de 1945.  

Su ingenio como compositor aviva en días de juventud. Las habilidades por él manifiestas confiesa haberlas heredado de su mamá, Yolanda Balestrini,  quien tocaba piano, tenía voz de soprano y por si fuera poco era familia del maestro Laudelino Mejías, connotado músico trujillano distinguido en el mundo por su famoso vals “Conticinio”.

En 1959 llega con su familia al estado petrolero por excelencia de Venezuela. Ese día resulta inolvidable y siempre estaría presente en las placenteras tertulias compartidas con familiares y amigos. Cuenta que al encontrarse por vez primera con Maracaibo queda entusiasmado con el bullicio y el colorido de la ciudad. La gama de tonalidades y las cadencias alegres le daban la sensación de estar en medio de una gran celebración.

A los 15 años vive el sufrimiento por la muerte de su querida madre y le toca la insospechada tarea de asumir tareas de adulto.

Se casa a los 25 con la compositora Dora Hernández de Rodríguez con quien descubre la quietud y la estabilidad de una cálida morada. En Dora encuentra a una cómplice para desarrollar un poco más los dones recibidos.

Trabajador perseverante, justo en su proceder, acreditado en el desempeño de sus labores en cargos gerenciales tanto en firmas comerciales como en instituciones públicas.

A la par de sus responsabilidades profesionales desarrolla sus condiciones artísticas; virtuoso cuatrista, cantante, compositor de poemas convertidos en valses, danzas, contradanzas, aguinaldos, gaitas y pasajes.

Conjuntos como “Los Antillanos”, “Los melódicos”, “Estrellas del Zulia”, “Los dragones”, “Los lacustres”, “Juventud”, “Blanco y negro”, “Rincón Morales” , “El número 1”, “Guaco”, “Mamaota y su familia gaitera”, “Santanita”, “Elite”,  “Los mismos de ayer”  cuentan con la contribución de Humberto “Mamaota” Rodríguez.

Su interés por lo propio le ayuda a derrumbar ciertos muros.  No se conforma con ser intérprete sino que fue entretejiendo varias facetas. Se desempeña como coleccionista, investigador y estudioso del movimiento musical venezolano dándole relevancia a lo zuliano y obtiene el titulo de locutor para compartir sus conocimientos con oyentes y televidentes de la región. El cantautor caroreño que se convierte en cronista de la música zuliana.

Demuestra que su innegable pasión era la canción y la música. Sus creaciones así lo confirman: “Sentir zuliano” grabada por Lila Morillo; “Auyantepuy” cantada por Pablo Grey con Rincón Morales; “Mi ciudad” magistralmente interpretada por Betty Alvarado junto a Los Fabulosos; “Por eso gaita” en la dulce voz de Gladys Vera con el conjunto Santanita; “Mi Venezuela” llevada al disco por La trova gaitera; “Benditas horas” en la voz de Carmencita Silva del Barrio Obrero de Cabimas  o “Cosas de mi pueblo” sutilmente entonada por la dulce Yngrid Alexandrescu relatan cuanto amor había en su alma por Venezuela.

Hoy 12 de marzo a 4 años de su despedida recapitulo cada uno de sus sabios consejos ofrecidos en los estudios de Zuliana 102.1 FM mientras compartíamos la moderación del espacio “La gaita antañona”.

El Museo de la gaita establecido en su honor aun dista de ser el verdadero proyecto por él idealizado, esperemos que se materialice en un tiempo no muy lejano.