Ingrid Alexandrescu Muller, armoniosa voz de la gaita

Sus padres llegaron a Venezuela provenientes del viejo continente. Sus dos hermanos nacieron como su mamá en Alemania pero ella vio la luz del sol en suelo maracaibero. Para su advenimiento aquel sábado 5 de diciembre de 1953 su mamá Cristina fue asistida por una partera en la casa donde habitaba en el sector Pomona. 

La esbelta jovencita, de tez blanca y ojos azules, crece en un hogar donde se combina de manera perfecta la cultura europea y la venezolana. Se cría escuchando gaitas, degustando recetas criollas y alemanas y oyendo pronunciar varios dialectos. 

El señor Paúl, su papá -de origen Rumano- empeñado en formar a sus hijos apegados a las costumbres zulianas le propone a Ingrid integrar un conjunto gaitero y aprovechándose de su amistad con Néstor Rincón directivo de Rincón Morales logra que la escuchen en un ensayo e inmediatamente ingresa como corista. 

Decide convertirse en licenciada en Idiomas Modernos y obtiene su título en la Universidad del Zulia. Fue docente por vocación y convicción hasta su jubilación. Es esposa, madre virtuosa y una maravillosa cantante. 

Con Elite gaitera, Los Chiquinquireños, Alitasía, Zagalines del padre Vílchez, Los Compadres del éxito da a conocer composiciones que le han valido el reconocimiento a nivel nacional. Suena en la radio y canales de TV letras y melodías de Heriberto Molina, Juan Carlos Ocando, Neguito Borjas, William Atencio, Ricardo Portillo, Simón García, Humberto “Mamaota” Rodríguez, Rafael Sánchez, Renato Aguirre, Carlos Luis González. 

Ingrid Alexandrescu es una cantante que no graba por grabar. Es una persona selectiva y cuidadosa del tipo de mensajes que luego se darán a conocer en su voz. Prefiere piezas de elevado contenido literario cuya interpretación atraiga la atención y genere algún tipo de reflexión en quienes las escuchen. 

Hoy 5 de diciembre Dios la premia con un año más de vida. El destino le presenta nuevas oportunidades y grandes satisfacciones. Luego de 22 años de pausa retoma los escenarios junto a su agrupación Elite recibiendo ovaciones del público adulto contemporáneo que extrañaba su elegancia, dulzura y armoniosa voz. Ha demostrado con su desempeño que continúa siendo modelo a seguir para las nuevas generaciones de la canción nacional.